La Bitacora - Capitulo 01

NOTA: Algunas de las cosas que pasan en este fic estaran narradas desde el punto de vista de Lana lo que estara en Cursiva y lo que sea narrado por la Bitácora de Iván estara en Negritas... Gracias por su atencion xD

Capítulo 1

“Tengo muy presente ese día, ya que no solo descubrimos la bitácora de mi madre, también sucedieron varias cosas que cambiaron a la familia y por un tiempo pensé que las cosas no estaban bien, yo podía sentir todos los sentimientos y era muy doloroso. Pero en definitiva, todo esto fue un tema difícil y más para Andry.

Oh sí! No te he contado, verdad querido diario? Desde que nací tengo esa habilidad, pero puedo sentir los sentimientos de mis seres queridos… y lo hago desde que estaba en el huevo, porque tengo el recuerdo de ese amor que mi madre emanaba hacia mí. Esto solo se lo he dicho  a mi tía Doris quien muchas veces notaba mis cambios de humor debido a lo que yo sentía. Pero siempre me dijo que esas cosas se guardaban en secreto, ya que vivía con personas de ciencia.

Pero como te decía, muchas cosas cambiaron ese día, cosas que aún estoy tratando de averiguar si son para bien o para mal.”


Kowalski examinaba los minidiscos. A eso se había dedicado después de que los pequeños lo encontraran y todos decidieran que debían saber la verdad sobre la misión de Iván, pero debía revisar que la información que fueran a recibir pudiera ser apta para mentes infantiles. Todos estaban perfectamente guardados y ordenados, solo había escuchado un poco de los primeros, pero estaba seguro que tenían información desde que Iván era un pequeño niño, hasta su estancia ahí en Central Park.

-Kowalski…- escucho la voz de Julien lo llamaba desde la puerta de su laboratorio –ya es muy tarde y Skipper está durmiendo a Iván pero tú sabes que ese pequeño bribón llora si no te ve cerca antes de dormir- le sonrío

-Si voy para allá Julien… solo daba un último vistazo- dijo mientras terminaba de guardar las cosas.

En eso sintió como las manos de Julien lo abrazaban por la espalda, se sorprendió, era raro cuando Julien tenía esas muestras de afecto hacia él, pero en ese pudo percibir como las manos de Julien temblaban, giro lentamente y vio como el Lémur tenía unas pequeñas lágrimas en los ojos.

-¿Qué sucede Julien?-

-Kowalski todo estará bien, ¿verdad?- pregunto el lémur preocupado –Yo, no quiero que peleemos nunca más. Se de antemano que tú y yo, aunque nos hemos aceptado aun sentimos celos por amor. Queremos que Skipper pase tiempo con nuestros respectivos hijos, no lo demostramos pero lo sentimos…-

Julien tenía razón los celos aun existían, cuando los dos están con Skipper aun peleaban por su atención y cariño pero de forma disimulada y se notaba más al momento de hacer el amor con su capitán. No se podía evitar el tango no es un baile de a tres.

-Se a lo que te refieres, Julien- miro los grandes ojos tangerina del Rey y suspiro –Pero fue un riesgo que ambos quisimos tomar por amor y a pesar de todo quiero a tu hijo como sé que tú no dañarías al mío.-

Julien limpio sus lágrimas, era verdad jamás podría dañar al pequeño Iván o a la linda Lana. Ahora los veía como su familia, a pesar de sus celos o de los celos de Kowalski.

-Todo saldrá bien Julien, nosotros solo debemos darles amor y aunque sepan la verdad… ellos deben aprender a comprender- Le sonrió ampliamente.

-Si!- se animó el Rey –para eso somos padres para ayudarlos a comprender-

Kowalski tomo las cosas con una de sus aletas y con la otra tomo la mano de Julien, lo que estaban por afrontar sería difícil pero ahora eran una familia y podían apoyarse entre sí.

Cuando salieron del laboratorio, aun Andry estaba despierto viendo la televisión, veía un programa de entrenamiento militar que le encantaba ver antes irse a la cama.

-Hola má! Hola papá Kow!- saludo sin siquiera despegar la vista del aparato –Por cierto Tío Rico llego algo alterado y se llevó a mi padre, decía cosas como ayuda, huevo, Cabo…- les dijo calmadamente mientras comía un poco de pescado.

Tanto como el lémur y el pingüino se miraron, dejando las cosas rápidamente salieron corriendo a la habitación que Rico y Cabo compartían.

“Esa noche hubo otro acontecimiento para la familia nació Rafael, el hijo de Tío Rico y Tío Cabo, esa es la razón por la que mi Mami y mi primo Rafa solo se llevan un día de edad hahahaha. ¿Curioso no?”

Cuando llegaron al cuarto, con un Andry caminando tranquilamente, vieron la escena enternecidos, un pequeño pingüinito en una cunita se sacudía los pocos restos de cascaron y un pequeño Iván se acercaba a ayudar a su pequeño amiguito.

-Rico, Cabo!- Kowalski llamo su atención –Es un bebe precioso-

-Quería ir a buscarlos, pero Rico me trajo a toda prisa- Skipper comento en burla de su soldado que ahora estaba tremendamente sonrojado mientras Cabo lo abrazaba.

-Lo chento…- se disculpó el pingüino de la cicatriz

-Está bien- dijo Kowalski mientras se acercaba para revisar al pequeño quien ya reía junto con Iván –Pues les comento que tienen un lindo y sano Niño- cargo a ambos pequeños y le tendió su hijo a Rico quien se puso algo nervioso al pensar que no sabría cómo sostenerlo.

-Wow!!- Julien se acercó –Una nueva monjita kaboomera- rio mientras felicitaba a los dos pingüinos. –Mira Hijo, él es tu primo Rafita Kaboom-

Julien cargo a su pequeño Andry para que quedara a la altura del pequeño pingüino recién nacido. En ese momento el tiempo se detuvo para el pequeño Pingu-Lemur. Mirar los enormes ojos azules y sus lindas plumitas despeinadas… sintió que era la cosita más linda que jamás había visto. Y cuando quiso tocarlo, el pequeño pingüino tomo la mano del pequeño príncipe y como si hubiera una conexión se llevó la mano directo a su pequeño pico y la beso tiernamente mientras reía de alegría. Andry no pudo evitar sonrojarse cosa que no paso por alto para Julien ni para Rico que sonrió divertido.

-Parece que te saludo mi principito!-

-E… es que de seguro me olio al pescado que estaba comiendo- Andry quiso desestimar el acto, no sabía que era ese sentimiento y mientras así fuera, lo mejor sería negar el asunto.

-Lamentamos llegar tarde- escucharon la voz de la pequeña Lana en la puerta quien venía acompañada de su padre –Tío Cabito me llamo pero papá no salía de su laboratorio- dijo en regaño a Espiráculo. La pequeña en eso centro su visión en el pequeño que cargaba su Tío –Como le llamarán?- sonrío emocionada.

-Bueno, Rico le eligió un lindo nombre- Rico se acercó y le dio un pequeño beso a Cabo quien se sonrojo y rio de forma nerviosa.

-RAFAEL!- Dijo emocionado y de forma perfecta el pingüino regurgitador.

-Me gusta! Tiene personalidad para este pequeño soldado- Skipper dio su visto bueno mientras acariciaba la cabeza del nuevo miembro de la familia. Sabia él porque su experto en armas había escogido ese nombre, era parte de su pasado y sin duda fue algo que lo había marcado pero solo esperaba que cuando Cabo se enterara, no fuera un problema.

Fue en ese momento que escucharon la alarma de transmisión. Los cuatro pingüinos se  inquietaron, sabían que algo pasaba debido a que rara vez sonaba.

-¿Qué es eso?- Preguntaron Andry y Lana extrañados del sonido

-Rápido Chicos! Formación Delta, YA! YA! YA!!-

Los cuatro Pingüinos se deslizaron rápidamente, llevando a los bebes con ellos. Mientras los demás los seguían a paso más lento. Aunque Lana se detuvo al ver que su padre se quedaba ahí con mirada preocupada.

-¿Qué sucede papá?- pregunto la pequeña acercándose al delfín.

Miro a su hija, sabía lo que esa alarma significaba y no estaba seguro si debía ir al mismo cuarto que toda su familia. Por más que había intentado mantenerse al margen de la situación, era ahora cuando su pasado volvía después de tanto tiempo.

-Nada princesa, vamos con tus abuelos a ver qué sucede- tenía que enfrentarlo y si había que pagar alguna deuda, lo mejor era hacerlo ahora.

De inmediato Kowalski encendió la pantalla y coloco el canal de comunicación para captar la señal. En eso vieron como como rostro familiar apareció. Era su general Mara. De inmediato los recuerdos acudieron a la mente de los cuatro soldados, que estaban felices de ver a la pingüino, quien con su bello tono de voz los saludo.

-MALDITOS MANIATICOS!!! COMO ES POSIBLE QUE NO ME INFORMARAN DE ESTO!!!- les grito casi aturdiéndolos de forma molesta y haciendo que los pequeñas crías que llevaban comenzaran a llorar.

-Mara! Me puedes hacer el favor de controlarte?!!- grito Skipper mientras mecía al pequeño Iván en sus aletas para calmarlo al igual que lo hacía Rico.

-Cómo es posible que YO Siendo TU mejor amiga Skipper!! Y Siendo TU Maestra Rico!!  Uno de sus  Generales no me comunicaran que son Padres!!! Cuando se casaron? Porque no me invitaron?! Y también tú También Kowalski!! Como es posible?!!- fijo su vista en el científico.

-Eh… pues, veras…- Kowalski río nervioso. Sabía que esto no sería fácil de explicar, sobre todo a sabiendas que él era el principal culpable de toda aquella situación.

-Para empezar me gustaría saber quién eres tú y porque le gritas a mi esposo de esa forma?-

En ese momento el enojo de Mara se esfumo y centro su vista en el Lémur de la corona que lo miraba de forma retadora y en el pequeño que se escondía detrás de él, de repente una imagen familiar se le vino a su mente al ver a aquel pequeño, quien de pronto corrió hacia Skipper y lo abrazo con fuerza. Creo que esta sería una de las comunicaciones más interesantes que tendría con este escuadrón.

-Soy la General OF-10 Mara de la Antártida-

-Almirante de las Flotas especiales de las Américas- termino de responder Skipper –Es una amiga de la infancia- Sonrió –Mara, él es Julien…- Dijo Skipper mientras dejaba que Julien se acercara y se pusiera a su lado  

-Rey de Madagascar y de todos los Lémures- Termino de decir el cola anillada –Y esposo de Skipper-

Mara se sorprendió, centro su mirada nuevamente en él pequeño lémur fijándose en el color de su pelaje blanco y negro, palideció y luego de nuevo acudió un nuevo recuerdo a su mente, cuando siendo unos adolescentes había descubierto aquel sentimiento que tenía Kowalski por su amigo. Centro su mirada en Kowalski que no se veía ni triste ni molesto. ¿Qué estaba pasando?

-Entonces… el pequeño, lémur es…-

-Mi hijo, se llama Andry- contesto Skipper

-Pero ¿y el pequeño que llevas en las aletas?-

-También es mi hijo, el menor y se llama Iván-

La cara de la General era toda una interrogante, miro de nuevo la lista de los padres y el nombre de Kowalski también aparecía en la lista.... entonces….

-¿Qué huachinangos está pasando aquí Skipper?! Exijo una explicación AHORA!!- Miro al capitán del Equipo y al científico.

Ver a Mara molesta era terrible, hasta Rico lo sabía. Pero era algo que no podían seguir escondiendo y menos teniendo a toda la Fuerza de la Antártida vigilándolos de forma continua.

-Mara, todo esto es mi culpa- el  científico se puso delante de Skipper en modo protector –bueno en parte- bajo un poco la mirada.

-Esto será largo y difícil, ¿no soldado?- Pregunto la General ya más calmada.

-Bueno, un poco…- suspiro –Fue un invento mío lo que provoco que Julien pudiera quedar preñado y pues… no diré las circunstancias de eso, verdad?- dijo algo sonrojado el científico mientras Skipper carraspeaba y Julien también se sonrojaba.

-No, eso es más que evidente- rio un poco la pingüino –Pero ¿y tú?... Iván es…-

-Si Mara, Iván es hijo mío y….

Skipper se sonrojo aún más, tener que están ventilando sus cosas personales delante de Mara era sumamente vergonzoso –Yo soy su madre, Mara- Respondió sin siquiera mirar el monitor. Pero sabía que su General tenía una enorme sonrisa que pronto estallaría en…

-HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA-

Risa burlona que se escucharía hasta China, El capitán del equipo suspiro.

-Perdón  Hahahaha… lo lamento hahaha- dijo mientras se limpiaba unas pequeñas lagrimas –No pude evitarlo, Skipper. Estamos hablando de ti… del señor “Nunca formare familia porque eso debilita la fuerza de una mente militar” entiendo que seas padre… pero ¿Madre?!-

-¿Qué uno no puede cambiar de parecer?- pregunto molesto

-No tu- respondió sinceramente –Pero supongo que, el que te llegara el amor y por partida doble no le pasa a cualquiera-

-Lo sé-

-Pero, sabes que habrá un problema, cierto?- Mara miro de forma seria al capitán –Sabes perfectamente que la Armada pedirá autorización para que tus hijos entren a la milicia y tu nombre estará dos veces con diferentes parejas.

Kowalski entonces comprendió la idea, era verdad! En las leyes de su “especie” Era mal visto que hubiera más de una pareja. Y si existían hijos, todos podrían asistir a la academia, pero solo uno se tomaría como legítimo y podría llegar a ascender mientras que los demás quedarían en simples subordinados. Se entristeció, no quería que su hijo fuera visto como el hijo de “el otro”.

-Yo no le veo el problema Mara- La voz de Skipper saco a Kowalski de sus pensamientos –Ya había pensado todo eso y He tomado una decisión al respecto desde hace mucho tiempo-

-Y ¿qué decisión has tomado, Skipper?-

Skipper miraba a su amiga de forma seria, en realidad no había preguntado a sus parejas al respecto, pero era algo que le había quitado el sueño varias noches. No, definitivamente no quería para sus hijos una vida como la que él había sido obligado a seguir. Por tonto que pareciera, o sonara. Solo quería estar con su familia, disfrutando de ellos.

-Ninguno de mis hijos ira a la academia- sentencio

Esas palabras tomaron a todos por sorpresa, jamás habían creído que Skipper, siendo un capitán condecorado, uno de los mejores soldados que se graduó con honores y con una extensa carrera militar pronunciara aquellas palabras.

-NOOOOO!- Escucharon todos ese grito, de repente sintió como era empujado por unas pequeñas manos. Andry se puso frente a su padre mirándolo de forma furiosa.

-Andry?- Skipper se sorprendió por el acto del pequeño, jamás se había comportado así.

-No es justo que tomes esa decisión!!- Le reclamo –Yo quiero ir a la academia!!!- sus ojos empezaron a soltar pequeñas lágrimas.

Julien miro a Skipper. Él ya lo sabía, su hijo siempre había visto a su padre como un ejemplo a seguir. Sabía que su pequeño hijo quería seguir los pasos de su padre. Solo que jamás se sentó con Skipper a platicar sobre el futuro de su hijo. Pero era obvio que por las cuestiones del futuro el capitán no accedería a que sus hijos aprendieran a luchar. Por miedo a que algún día se enfrentaran. Era natural, el sentía ese miedo también y lo había comentado con Kowalski, pero ¿Por qué Skipper jamás lo había hablado con ellos?

-Hijo, tengo mis razones para hacerlo.- le respondió calmadamente –Todo lo hago por tu bien y el de tu hermano.- Skipper vio cómo su hijo bajo la mirada lentamente y lentamente se acercó a él –Andry, es lo mejor…-

No quería llorar frente a su padre, pero estaba sumamente molesto. Andry no comprendía porque su padre se negaba a que fuera como él! Quería demostrarle que era su destino ser un buen capitán pingüino.

Lana y su padre habían llegado desde hace un momento pero se habían quedado atrás escuchando y viendo todo aquello, a la pequeña le dolió, sabia lo mucho que significaba para su pequeño tío estar en la academia, él no solo deseaba ser “el príncipe de Madagascar” él quería ser un guerrero, ganar su título de forma correcta y enorgullecer a su Abue Skipper.

Cuando la aleta de su padre toco su hombro, su única reacción fue empujarlo –NO!... no quiero tu consuelo!- Le grito a su padre –Nunca te lo perdonare… Jamás!! Sé que lo haces porque no soy un pingüino!! Pues perdóname por no ser como Iván!! TE ODIO!!- y dando a su padre la última mirada de enojo, salió corriendo a su habitación

Las palabras habían sido fuertes y Skipper no pudo más que mirar por donde su hijo se había marchado, eso no era lo que él quería. Con el tiempo esperaba que Andry lo entendiera y lo perdonara.

-Ejem…- escucho la voz en la pantalla –Skipper no era mi intencio….-

-Era inevitable Mara- la interrumpió el Capitán –Tenía que saberlo tarde o temprano-

-Pero sabes que si no das hijos a la milicia… te acusaran de traición al Código- le dijo de forma preocupada –Y Te degradaran cuando se enteren de tus dos parejas. Sabes que es algo que Abel ha esperado por mucho tiempo-

Skipper bufo, Abel… ese pingüino indeseable solo seguía buscando el afán de vengarse de él por su estúpida actitud.

-Skipper…- Era la primera vez que Kowalski hablaba –No creo que debas negarle a Andry su lugar en la academia- se acercó a Skipper y tomo al pequeño Iván en sus aletas –Si lo haces por…

-No Kowalski, no sigas por favor…-

-No quiero que te degraden y te acusen de traición por esto!-

-Me estoy perdiendo de algo importante, verdad?- Julien los interrumpió

Kowalski suspiro, esta no era la forma de hablar las cosas, pero era de lo más lógico que Julien preguntara y más si era del futuro de Andry del que estaban hablando.

-En nuestra especie hay reglas- comenzó Kowalski a explicar –Un pingüino no puede tener más de una pareja, eso es considerado inmoral y deshonroso-

-Si se enteran de nuestra relación- Skipper continuo –Kowalski seria mal visto y también Iván. Ya que Andry al ser el mayor lo tomaran como el heredero de la relación  legitima-

-Eso es terrible!- Julien no podía creer que fuera algo tan grave –Pero amor es amor…-

-Con los Pingüinos no es así- Una voz en el fondo interrumpió, era Espiráculo quien por fin aparecía acercándose a la luz –El deber y las obligaciones siempre serán primero, lo demás será tomado como alta traición al juramento-

-ESPIRACULO!!- Grito Mara –¿Que hace ese traidor ahí?!-

Lana se sobresaltó y de inmediato corrió para abrazar a su padre, no sabía que sucedía pero sin duda protegería la integridad de su familia.

-Cuidado con lo que dice señora!- Grito la pequeña –Mi Padre no es ningún traidor!-

Y de nuevo la sorpresa ¿Qué demonios estaba pasando en ese cuartel? ¿De dónde había salido esa pequeña? Y… ¿Desde cuándo le decían señora?!!!

-Saben una cosa… no sé lo que está pasando y cada vez esto está más confuso- Dijo la General mientras tocaba su cabeza masajeándola para apaciguar el dolor que ya comenzaba a sentir –Tomare el primer trasporte a Nueva York y quiero que me explique a detalle TODO, no pasare aun esta lista porque me niego a que Abel haga algo en tu contra Skipper, pero más vale que lo que me van a contar sea cierto y a detalle porque si no me encargare de MACHACARTE CON MIS PROPIAS ALETAS!- Finalizo la General –Rico Cariño , espero conocer a mi lindo ahijado- dijo estas palabras a su querido alumno de la cicatriz que solo le sonrió nervioso -Estaré ahí en dos días- y sin más finalizo la comunicación

-Gracias Espiráculo- Agradeció Kowalski al mamífero que solo le sonrió de lado algo preocupado –No te preocupes, le explicaremos a Mara y nada pasara-

-Eso espero- dijo mientras tomaba la aleta de su hija –Vámonos cariño, todos están cansados regresaremos mañana-

-Si papá pero antes- se acercó de nuevo a su Abuelo Kow para despedirse del pequeño en sus aletas –Adiós mami- le dio un beso –Adiós Abuelito- se despidió de Kowalski y lo mismo hiso con Skipper, Julien y sus tíos. Se dirigió con su padre y se alejó de la casa de su familia, estaba preocupada. Todos estaban tan tristes y preocupados… y ese sentimiento de odio por parte de Andry que le dolía en el corazón no la dejaba en paz. Solo esperaba que su pequeño tio se calmara y pronto las cosas se arreglaran.

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Mara estaba preocupada, no sabía que estaba pasando a ciencia cierta en Central Park pero sin duda Skipper había metido la pata muy a fondo al parecer.

Caminaba directo a su habitación solo para tomar lo necesario para él viaje, tenía que calmarse y analizar los datos que le dieron en esa corta conversación.

En primer lugar. Estaba ese invento de Kowalski que al parecer lograba que los machos pudieran quedar preñados. Algo que si estuviera en malas manos, no quería saber en qué o quienes podría ser utilizado.

En segundo lugar. Skipper tenía dos parejas, una era ese Lémur de nombre Julien y la otra era Kowalski. No conocía a ese lémur, pero al parecer era alguien especial si había logrado colarse en el helado corazón de su amigo. Y Kowalski, suspiro. Al parecer por fin ese científico tonto enamorado había logrado confesar su amor secreto pero en un mal momento. Era algo que no le sorprendía. Pero sin duda golpearía a Skipper y Kowalski por ser TAN Idiotas! Desde niños enamorados. Uno por apenas darse cuenta y al otro por confesarlo hasta las cansadas.

En tercer lugar. Rico y su hijo. Ese no había tanto problema. O al menos eso esperaba, su querido alumno había pasado por situaciones realmente terribles y al parecer ese pequeño Cabo logro colarse en su loco corazón destrozado y lo ha cuidado muy bien como para sanarlo y desear una familia. Eso era algo bueno de toda esta situación.

En cuarto lugar. Estaban los niños. Esto no sería algo fácil de ocultar en la base de datos de la Antártida, pero si Skipper seguía con su idea de no enviar a ninguno a la academia tendría que ocultar toda esa información para evitar que algo malo les pasara a sus amigos.

Y por último estaba Espiráculo y esa pequeña niña que lo llamo padre…

-Para empezar no sé qué estaba haciendo ahí ni que tenga que ver esa pequeña con los chicos…- se quedó pensativa un momento terminando de guardar sus cosas –Esta es la situación más rara que ese grupo me ha presentado-

-Sabes, cuando hablas sola es porque realmente algo te preocupa- escucho una voz en la puerta de su habitación.

Sonrió, ese pingüino la conocía muy bien, no por algo había sido su maestro y la había escogido entre todos los candidatos para que formara parte de los cuatro Generales.

-Brandon, tu siempre lo sabes todo- le sonrió al alto pingüino de mirada violeta –Voy a salir a un viaje de exploración. Más vale que me esperes para esa celebración de tu retiro! Aún tengo esperanza de que te retractes- le dijo mientras lo abrazaba

-viaje de exploración?- la miro con astucia –A mí no me engañas, algo me dice que Skipper tiene que ver en todo esto- sonrió

-¿Cómo estas tan seguro?-

-Es al único que aunque no te pida ayuda irías corriendo a su rescate, es tu mejor amigo-

-Solo guarda el secreto y cúbreme con Abel ¿por favor?- suplico la general.

Brando rio fuertemente, esa chica nunca cambiaria. Sabía que no solo Skipper estaba en problemas, probablemente también lo estaba cierto científico despistado del cual siempre estuvo enamorada secretamente. Pero si era importante para Mara, a quien veía como una hija y Skipper que era como otro hijo para él ¿Cómo podría negarse?

-Solo ten cuidado y regresa sana y salva, que yo te cubriré con los demás- le dijo mientras le dio unas palmaditas en la cabeza – Dale mis saludos a Todos los chicos y vuelve pronto, para ver si me haces cambiar de parecer-

Y con una sonrisa partió de inmediato a Nueva York. Debía investigar todo y saber lo que pasaba en esa loca ahora Familia que Skipper y los demás habían creado. Pero nunca imaginaria que conocería toda una historia de amor y muerte de un futuro que aún podría suceder.

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Al día siguiente Andry seguía sin dirigirle la palabra a su Padre, estaba aún muy molesto por la decisión que había tomado sin ni siquiera preguntarle lo que él quería. Skipper aunque le dolía que su hijo le aplicara lo que Julien llamaba “la ley de hielo” sentía que hacia lo correcto. No quería que a ninguno de sus hijos lo denigraran de ninguna forma.

En la mañana de ese día Julien y Kowalski habían estado hablando de la manera de resolver aquella situación que al parecer estaba recayendo en ellos ya que Skipper y mucho menos Andry querían cooperar. También estaba súper feliz porque Iván ya había comenzado a hablar, aunque sus palabras aun no eran muy fluidas.

-A ver hijo di Papá- Kowalski seguía con su pequeño mientras le ponía películas infantiles

-Papa!! Papa!-

-Así es campeón!- lo cargo y le hiso cosquillas

-Hola papá Kow- Andry llego y se sentó con ellos en el suelo, aun se veía sumamente decaído –Iván ya habla! Eso es genial- tomo las aletitas del pequeño para jugar con él –A ver Iván, di An… dry-

-Ady!! Ady!!- decía mientras tomaba las manos de su hermano se levantaba y caminaba para abrasarlo –Hemano Ady!!- le decía de forma feliz

-Es muy listo mi hermanito- dijo sonriendo –Se parece a ti verdad, Papa Kow?-

-Eso espero hijo- acaricio la cabeza del pingu-lemur

–Como tú te pareces a tu papá- Dijo Julien quien venía entrando con algo de comida para todos los presentes.

Andry se puso algo serio por el comentario de su  madre –No es verdad…- el pequeño solo se levantó de su lugar y se fue de nuevo rumbo a su habitación.

-Creo que tratare de hablar con él- Julien dejo la comida cerca de Kowalski para que este alimentara al pequeño Iván y se fue siguiendo a su pequeño príncipe.

Kowalski seguía preocupado, no sabía si la decisión que Skipper tomo había ayudado o empeorado la situación. Pero sin duda sería un tema que debería de tocar con su pareja.

-Mami! Mami!- vio cómo su pequeño se levantó y corría directo con Skipper que venía entrando, se veía cansado y sumamente preocupado. Seguramente seguía pensando lo de Andry.

-Hey! Mi pequeño todo un genio que rápido aprendes!- lo cargo y le dio pequeños besos

-Papi enseña y Toy tory también- decía mientras también le daba besos a su madre

-Toy Tory?- pregunto confuso a Kowalski

-Es una película infantil, es bueno que vean esas cosas para ayudarlos a conocer más palabras y sobre todo conozcan el mensaje de la película-

-Bueno, creo que está muy bien- dijo mientras ponía de nuevo al pequeño en el suelo para que fuera a sentarse con su padre.

-Skipper… creo que deberíamos hablar- dijo mientras acomodaba al pequeño y viera la película para que no prestara atención a la conversación.

-Ahora no Kowalski-

-¿Entonces cuando?-

-Hablaremos cuando Mara llegue-

-¿Y Andry? ¿Lo harás esperar también?- le dijo algo molesto –Es tu hijo Skipper y ya tiene edad para saber la verdad, si puede con la idea de tener dos padres ¿Por qué dudas que entienda todo esto?-

-Kowalski, suficiente tengo con la idea de dejarlos escuchar la bitácora de Iván!-

-No tiene nada de malo de hecho les ayudara a entender, Iván grabo desde que era un niño como Andry y hay varias cosas que pueden de hecho aprender y comprender- Tomo la aleta de su amado y sin poderlo evitar lo jalo para darle un beso –Todos tenemos miedo, pero lo mejor es asumirlo, tú mismo así nos lo has enseñado y por eso estoy ahora contigo, afronte mis miedos y decidí decirte mis sentimientos y entregarme a ti sin importar lo que suceda- le dijo mientras acaricio el rostro de Skipper quien tenía un leve sonrojo –por favor, confía en tus hijos y confía en Julien y en mi como tus parejas-

-No dudo de ustedes, dudo de mí mismo como padre y madre- dijo aun algo agobiado, y vio la cara de desaprobación de su pareja –Ya se,  soy un tonto! Pero intento hacer lo mejor que puedo Para cumplir con el deber hacia mi familia!-

-El término que estoy buscando, no lo diré... porque hay juguetes preescolares- Kowalski miro con enojo a su pareja mientras este salía de la habitación, dejándolo solo jugando con su hijo que reía de lo que su padre había dicho...

-Papi... creo que hemos visto mucho la película de Toy tory, vedad? ^w^- rio el pequeño -Sonaste a Woody-

Kowalski suspiro -Si hijo, creo que verla una y otra vez no ayuda... pero que tu madre se ponga tan terco como Buzz... ahora sé porque Woody se desquicia- No sabía que pensar, Skipper a veces era demasiado terco y si las cosas seguían así, lo único que lograría sería que Andry se volviera todo un rebelde sin causa... -Si tu Mami y tu hermano no fueran TAN parecidos en cuanto a su orgullo, solo tendrían que hablar y decir lo que sienten, pero para ellos eso es algo difícil-

Kowalski siguió jugando con Iván, eso era la parte que odiaba de ser soldado... siempre tan rígido, primero el deber antes de los sentimientos. Esos dos se parecían tanto. Muchas veces deseaba que Andry hubiera sacado un poco de la forma relajada de Julien, pero ahí es donde la genética se reía en la cara del capitán.

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Julien había tratado de hablar con Andry, pero era algo sumamente difícil cuando este se encontraba en su modo “Yo tengo la razón y todos los demás no me comprenden”. Había ido directo al hábitat de los lémures para ver a Maurice. Necesitaba con urgencia un Smootie.

-No sé qué hago mal Maurice, solo trato de calmarlo. Y lo mismo me pasa con Skipper!-

-Bueno su majestad, de cierta forma usted era también así de joven- Trato de calmarlo el Ayea ye mientras le daba su bebida –Andry está entrando a una edad difícil y lo único que esperaba era que su padre lo apoyara, también si Skipper no explica sus motivos el muchacho no entenderá nunca por qué-

Julien se quedó pensativo, Maurice tenía razón esos dos tenían que hablar o sino nunca se entenderían y ambos se llevarían mal.

-¿En serio yo era así?- miro a su compañero con las orejas agachadas y haciendo una mirada de perrito regañado.

-Si su majestad, a veces aun es así. Pero creo que el formar una familia le ha sentado de maravilla-

-No ha sido fácil, aun me pongo celoso muchas veces, pero creo que Kowalski es una buena monja- sonrió –Pero es algo que no se puede evitar supongo-

-Simplemente a ustedes también les hace falta más comunicación y conocerse mejor-

-Espero que tengas razón- el rey lémur suspiro cansado. Aunque su hijo había heredado muchas de sus cualidades, sin duda tenía mucho del carácter de Skipper. Ni que hacer al respecto.

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Había estado golpeando su almohada toda la tarde y ya estaba muy agotado, no quiso salir a cenar porque no tenía ningún deseo de ver a su padre. Así que espero hasta que todos se fueran a dormir para ir por un bocadillo nocturno.

Con mucho sigilo fue hasta la cocina y abrió el refrigerador. Lo que más le sorprendió es ver un plato con sándwiches de pescado algo de jugo con una nota de su madre que decía “No olvides lavarte las manos antes. TQM Tu Mami”

No pudo evitar reír un poco, mientras con cuidado saco la comida y se fue directo a lavaplatos para lavarse sus manos. Le gustaba mucho estar en la cocina, recordaba todo lo que su papá Kow le había contado sobre cómo era el cuartel antes y todos los cambio que habían hecho para poder vivir una vida cómoda en familia solo por ellos. De nuevo la tristeza acudió a su corazón. Debía admitir que no le gustaba estar peleado con su papá de esa forma, pero sentía como si su sueño de ser militar se iba por el drenaje sin más.

Dio una mordida a su comida mientras con uno de sus codos limpiaba las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

-No quiero estar enojado con papá, solo me gustaría que él me escuchara un poco- decía de forma triste.

En eso escucho un ruido extraño y se asustó un poco, tomo una linterna y fue directo a la sala donde había escuchado aquel ruido, pero no encontró nada. Suspiro, tal vez solo estaba nervioso.

-“Bitácora de Iván… que raro suena esto”-

Andry pego un brinco del susto, tomo su lámpara rápidamente y se dio cuenta que en la mesa de la sala estaba la grabadora de la bitácora de su hermano ¿Cómo es que no la había visto la primera vez? Y ¿Cómo es que se había encendido?

Se acercó lentamente y se sentó en el suelo observando el aparato, posiblemente reaccionaba con movimiento o se había caído de algún lugar y eso causo que se encendiera. Fue lo primero que pensó, o posiblemente fueron los Espíritus del Cielo de los que tanto hablaba su madre.

-“no sé cómo empezar”- siguió escuchando la voz de su hermano, ahora que lo escuchaba bien, era la voz de un niño como de su edad en esa grabación –“Mamá me dijo que esto servirá para guardar datos importantes, así que por eso decidí comenzar esta Bitácora, aunque suene que estoy completamente loco por hablar solo”-

No pudo evitar reír, eso era algo que él hubiera pensado.

-“Bueno, te contare que hoy comienzo mi entrenamiento militar y estoy sumamente nervioso”- escucho como si el pequeño pingüino temblara –“Sé que no será nada fácil y menos porque voy en contra de los deseos de mi mamá- la voz ahora se escuchaba triste, se sorprendió por aquellas palabras.

Cuando encontraron la Bitácora de su hermano, sus padres ya les habían dicho parte de la historia de su hermano en el futuro y como gracias a él ahora eran una gran familia. Pero jamás hablaron sobre ese tipo de detalles, supuso que su hermano nunca se los había dicho y ahora el escuchar como su pequeño hermano en el futuro tenía el mismo problema con su papá, realmente le impactaba. Decidió seguir escuchando.


–“Sabes… hoy fue la primera vez que peleo con mi mamá y eso es muy triste, madre se negó completamente a que yo entrara a la academia y tuvimos una fuerte pelea, nos gritamos cosas que jamás sentí en realidad y que sé que le dolieron tanto como a mí me dolió su actitud, pero ¿sabes una cosa? Al final gracias a mi tío Cabo, comprendí que era obvio que mi madre no quisiera que yo entrara a la academia y eso era por un motivo que me desarmo completamente”- Andry contuvo su aliento –“Mi madre teme por mi seguridad, tiene miedo a que yo me lastime o peor… que termine muerto”-

Andry sentía que ahora muchas cosas tenían sentido. Era verdad, el veía todo lo de la academia como un reto, pero nunca se detuvo a pensar los motivos por los que su padre se había negado rotundamente a que él fuera a la academia. Se sintió mal consigo mismo.

-“Después me detuve a pensar y comprendí que mi madre tenía un argumento muy lógico, pero yo también tenía mis propios motivos. Ambos estábamos siendo egoístas y nos negábamos a hablar el uno con él otro, así que tome una decisión… fui a pedirle una disculpa”-

-¿Qué?!!- Andry se quedó perplejo ante eso, ¿Por qué pedirle disculpa cuando igual que ahora se negaba a escuchar a su hijo?

-“¡Yo sé! te estarás preguntando ¿Por qué hice eso?... pues bien, fue porque solo con esas palabras el me miro y también me pidió perdón”- Andry siguió escuchando –“Fue en ese momento que rompimos el hielo y ambos pudimos hablar. Y le dije, mamá sé que tienes miedo de perderme. Pero también quiero que veas que puedo hacerlo, que puedes confiar en mí y… sobre todo quiero que estés orgulloso. Mi madre me sonrió y me abrazo, me dijo que aunque aún estaba en contra de eso, siempre me apoyaría porque somos la misma sangre y nosotros no nadamos solos”-

Andry detuvo la grabación y aunque aún tenía lágrimas en los ojos por lo que había escuchado, se levantó de su lugar y fue directo a la habitación de sus padres, las cosas no podían esperar más tiempo, tenía que hablar las cosas con su padre y gracias a su hermano ahora sabia como comenzar esa conversación. Suavemente toco la puerta, como si no quisiera ser escuchado, escucho ruidos adentro y vio como su padre era quien abría la puerta y se sorprendía de verlo ahí.

-Papá…- comenzó a decir el pingu-lemur mientras sus lágrimas comenzaban a salir con más fuerza de sus ojos –Lo lamento mucho!- se disculpó mientras abrazaba con fuerza a su padre.

Skipper se sorprendió por el acto de su hijo, jamás imagino que todo esto terminaría de esa forma. Sonrió y con suavidad abrazo a su hijo mientras le acariciaba la espalda para calmar su llanto.

-También yo lo siento mucho hijo- le dijo suavemente –ven, tenemos que hablar-

Lentamente, la puerta de la habitación se cerró. En eso una sombra recogía la bitácora volviéndola acomodar en su lugar, fue bueno haber escuchado algunas de las grabaciones de su hijo, ahí se encontraba la clave para que esos dos cabezas huecas pudieran hablar como padre e hijo. Después de haber acomodado todo, el pingüino de ojos azul oscuro sonrió. No importaba cuanto tenía que hacer o de nuevo cuanto se tendría que sacrificar, el ama a su ahora familia y lo menos que deseaba era verla de esa forma.

Kowalski apago la luz de la lámpara y se fue directo a su laboratorio. Un poco de ciencia a media noche no dañaría a nadie.

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Lana había llevado a rastras a su padre a dormir, siempre que estaba preocupado se metía dentro de su laboratorio y era casi imposible sacarlo de ahí, pero sabía que su padre tenía que descansar y que mejor que acompañarlo en sus cosas, llevándole algo de cenar y después obligarlo a descansar.

No sabía porque su papi se preocupaba de esa forma, ya antes su padre le había contado algunas cosas de su pasado. Pero eso a ella no le importaba, su padre ahora era una buena persona y eso era lo más importante.

-además ha sufrido tanto- dijo de forma triste –Sé que piensan que no lo sé, pero lo siento y lo veo en su mirada. Esperar a mamá no ha sido nada sencillo para él-

Pero ahora las cosas iban cambiando, su madre ya estaba ahí con ellos solo era esperar un poco más y todos serian una bella familia. La pequeña iba tan metida en sus pensamientos no se fijó en el obstáculo del camino y se tropezó, pero antes de caer en el suelo se sujetó de la perilla de una de las puertas, abriéndola un poco.

Se enderezo con cuidado y se sacudió un poco sus plumas. Después, se fijó en la puerta que se abrió. –Oh no…- dijo algo preocupada por lo que provoco sin intención.

Sabía que no debía cruzar esa puerta, su padre y sus abuelos habían sido claros de que si existía una sección prohibida… era porque ESTABA PROHIBIDA.

“Desde que nací… esa puerta siempre estuvo cerrada o al menos eso creía yo. Una vez mi padre me dijo que Todo Gran Descubrimiento Empieza con la Curiosidad”

Abrió la puerta con sumo cuidado, todo estaba oscuro y hacia algo de frio.  Con un poco de temor, cruzo la puerta pudo entrever un largo pasillo y a lo lejos lo que parecía una ¿Prisión?

“Fue entonces que me di cuenta, que mi padre tenía razón con esas palabras”

La luz se colaba por una pequeña ventana al final. Dentro de aquella celda de fuertes barrotes de acero. La pequeña pingu-delfin se acercó con cautela, pero fue en ese momento que se topó con alguien que cambiaría su vida, aunque la pequeña aun no lo supiera.

“Descubrí una mirada muy triste. No sabía quién era él… ni porque estaba en ese lugar tan solo. Pero su mirada triste, similar a la de mi padre fue lo que me cautivo de ese extraño de mirada dorada. Y si algo que yo he aprendido, es que alguien malvado no puede tener una mirada asi… o si?”

-Hola… soy Lana ¿quién eres tú?- pregunto la pequeña sentándose en el suelo y sonriéndole a aquella ave misteriosa similar a un pingüino.

Aquel extraño que miraba las estrellas por aquella pequeña ventana apenas y la volteo a ver, era como si la pequeña no estuviera ahí. Más sin embargo respondió de forma queda la pregunta de aquella pequeña de ojos color aqua.

-Hans…-