La Fuerza de la Verdad - Mision 15 FINAL

Misión 15

Espiráculo aún estaba en shock, asimilando el hecho de que su amado ya no estaba mientras miraba con amor el huevo entre sus aletas.

-Entonces… Mi hijo tuvo relaciones con nuestro enemigo mortal?- escucho la voz de Skipper a su espalda y de inmediato lo miro con una sonrisa burlona

-Supéralo Skipper- le dijo el delfín –oh debo llamarte “suegro”?-

-Juro que si me levanto de esta cama, no dudare en dejar a mi nieto sin padre- lo detuvieron Kowalski y Julien –yo lo cuidare bien!!-

-Skippy deja de decir tonterías- Le llamo la atención Julien –No creo que de verdad quieras dañar a la persona que tanto ama tu hijo, oh si?-

Skipper pensó las palabras de Julien, en ese momento miro a Kowalski –Tu lo sabias ¿Cierto?

-Si- bajo la mirada –Siempre lo supe y no pude negarle las locuras que hizo… por amor-

Skipper miro al delfín, suspiro. –Antes éramos amigos, estábamos en el mismo equipo y tal vez por razones equivocadas nuestros caminos se separaron. ¿Estás dispuesto a convivir de nuevo con nosotros? Porque yo quiero a mi nieto cerca.-

Espiráculo se sorprendió, jamás pensó que Skipper lo perdonara así como así y confiara en él nuevamente. Pero al parecer, todos en ese poco tiempo habían madurado bastante.

-Has cambiado Skipper-

-Tú También Espiráculo y ese pequeño huevo lo demuestra-

-Lo volveremos a ver, ¿No es verdad?- Pregunto preocupado el delfín mientras le daba calor a su hijo.

Skipper, Kowalski y Julien se miraron mutuamente sonrieron suavemente, sabían perfectamente que se refería al joven pingüino que le había robado el corazón.

-Claro que si Espiráculo, pronto lo volveremos a ver. Te lo prometemos-

Todos se miraron tristes, definitivamente lo que vendría aún era incierto, pero sin duda adorarían al pequeño y aceptarían a Espiráculo dentro de la familia. Tenían que hacer las cosas bien de ahora en adelante, por Iván.

-¿Qué pasara con Hans?- pregunto Cabo preocupado

-Supongo que Rico lo ha torturado bastante- Respondió Kowalski –Pero creo que deberíamos hacerle una corte marcial-

Skipper se quedó pensando, ciertamente era lo mínimo que Hans merecía, pero no era la forma, el odio solo traería más odio. –No…-

-Pero Skippy! Hans es malo!- le dijo Julien al escuchar la respuesta del capitán pingüino

-Pero también impidió mi muerte y digamos que no me gusta deber nada a nadie-

-Entonces, ¿Cuál es el plan?- pregunto intrigado Espiráculo

-Necesito que me lleven al cuartel para verlo, debo decirle su castigo frente a frente- dijo de forma seria

Todos se miraron, no querían dudar de Skipper. Así que con mucho cuidado sacaron al capitán del “Cuidado Animal” y se encaminaron rumbo al cuartel. Si iban a cambiar las cosas, lo primero que debía hacer era encarar al principal culpable de aquel futuro tan horrible.

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Aterrizo en Madagascar, en todo el camino no había parado de pensar en todo lo que había dejado atrás por culpa de Hans, su familia, amigos… su amado y a su pequeño huevo.

-Según Andry, ya no tardan en atacar el palacio de los lémures. Será mejor que me dé prisa- se deslizo rápidamente. Tenía que llegar y ayudar a su hermano antes de que fuera demasiado tarde. Pero mientras se acercaba podía escuchar claramente el sonido de la batalla, miro con horror como los pingüinos y lémures se enfrentaban contra si tenía que parar toda aquella locura y encontrar la forma de entrar al castillo lo más pronto posible y detener a Hans.

-¿Pero cómo entrare sin atravesar el campo de batalla?

-Yo te puedo ayudar- escucho una voz a tras de él. Se puso en guardia de inmediato pero vio como unos ojos tangerinos lo miraban de forma sincera.

-Rey Julien…- dijo en un aliento

-Sabía que regresarías pequeño Iván y aunque Cabo y Maurice se reusaban a que te buscara, tenía que venir en persona.-

-Ciertamente no es seguro estar aquí- le dijo con algo de recelo, ciertamente sentía extraño hablar con él “esposo” de su madre… pero ahora era la única familia que le quedaba.

-Pero yo sé cómo entrar, se dónde está Hans y tiene a Andry- le dijo preocupado

-Sabe que es una trampa ¿No es verdad?- le dijo con sinceridad –Hans sabe que llegaremos a buscar a Andry y lo más probable es que nos mate en cuanto pongamos un pie dentro del castillo-

-Claro que sé que es una trampa, pero yo confió en Andry y confió en ti- le dijo mientras ponía una mano en el hombro del pingüino –Ustedes tienen la sangre de Skipper corriendo por sus venas y solo con eso, sé que todo saldrá bien.- le sonrió

-Gracias… Mamá- le dijo mientras abrazaba a lémur el cual se sorprendió por el acto del pequeño pingüino  -Mi madre Skipper me dijo que confiara y eso hare

-Y yo agradezco tu confianza pequeño Iván- le sonrió mientras se separaba lentamente de él –Ahora debemos ir rápido-  Tomo la aleta del Iván y lo dirigió a un pequeño túnel escondido entre unos árboles, este era húmedo y muy oscuro. –Este pasadizo nos llevara directo al salón del trono y ahí es donde deberemos ser muy cuidadosos-

-Está bien- Dijo Iván decidido mientras se deslizaba dentro del túnel y Julien corría en sus cuatro patas para darle alcance rápidamente. Cuando llegaron al final, guardaron silencio y lentamente abrieron la compuerta, se asomaron con sumo cuidado observando todo alrededor, cuando vieron que estaba despejado, a lo lejos abrieron los ojos cuando vieron que Andry estaba amarrado en el trono y se veía sumamente golpeado.

-Andry!!- Julien e Iván comenzaron a correr hasta él.

El pingu-Lemur reacciono a su nombre pero aunque quiso reaccionar para advertirles ya era tarde –No Madre, Iván! Es una trampa!!-

En ese momento las luces se encendieron y se vieron rodeados por soldados Lémures que los amenazaban con lanzas.

-Vaya, vaya, vaya… pero miren quien decidió unirse a la fiesta, si es nada más y nada menos que el Ex Rey Julien y también Iván el hijo bastardo de Skipper- dijo con una sonrisa malvada

-Eres un maldito Hans!!- Grito Julien

-No me importa lo que pienses Hans- Hablo el  pingüino sin amedrentarse –Suelta a mi hermano ahora y detén toda esta locura tuya…-

-Jajajajaja tienes agallas pequeño pingüino, igual que tu madre- sonrió –pero sabes bien donde terminaron esas agallas-

Iván lo miro furioso –No tienes ningún derecho a hablar de mi madre de esa forma!-

-Oh y ahí está la desafiante mirada de tu Padre- seguía burlándose del pingüino –Pobre Iván, ahora tan solo en el mundo…-

Iván sentía que sus fuerzas flaqueaban pero en eso, sintió como alguien tomaba su aleta y se paraba un paso delante de él, era el Rey Julien que miraba a Hans sin ningún temor.

–Él no está solo Hans, tiene a su hermano… y me tiene a mí y yo tomare el lugar de los dos padres que lo protegen desde el cielo junto a los espíritus-

-Madre…- Andry vio cómo su madre estaba dando todo por sus dos hijos, ahora comprendía aquello que su padre siempre quiso transmitirle, eran una familia sin importar lo que sucediera, la sangre siempre los uniría. Fue entonces cuando se dio cuenta que podía mover su cola con libertad y sin hacer ningún ruido para que Hans ni los demás lo notaran comenzó a desatarse, tenía que ayudar a su familia.

-No me hagas reír Julien, lo único por lo que haces esto es por la culpa-

-Culpa?-

-Tu iniciaste todo esto!- Señalo a su alrededor –escucha la fuerte batalla de afuera, donde aún habrá más muertos y tendrás que cargar con todo eso en tu conciencia también!

-Tú me engañaste! Llenaste mi cabeza de todo ese odio! Me hiciste odiar a mi propio esposo!- le reclamo Julien

-Eso crees?- miro de forma burlona al Lémur

Julien no quería dejarse vencer, la furia estaba llegando poco a poco a su cabeza y ya no estaba pensando con tanta claridad, pero… ¿Y si Hans tenía razón? La guerra ciertamente él la había comenzado y ahora muchos de su especie y también pingüinos morían nuevamente por esa lucha estúpida.

-Rey Julien- escucho la voz de Iván detrás de él –Yo no creo que usted tenga la culpa, todos llevamos esta pelea hasta estas funestas consecuencias, fue un poco de todos y de malas decisiones. Pero creo sinceramente que ustedes son mi única familia-

-Hahahahahaha es tan gracioso que digas eso Iván- Hans se acercó al joven pingüino -Teniendo en cuenta que tuviste que abandonar a tu nueva familia-

Iván se tensó, acaso Hans hablaba de…

-Porque no les dices que tuviste que abandonar al amor de tu vida… y a tu pequeño huevo en el pasado- sonrió de forma burlona

Julien y Andry se sorprendieron, se entristecieron de inmediato. ¿Por qué Iván tenía que sacrificar tanto? ¿Acaso ellos valían la pena?

-NO TE METAS CON MI FAMILIA HANS!- Iván se enfureció, no permitirá que ese pajarraco hablara de lo más hermoso que le había pasado en su vida.

-Iván ¿es cierto?- se acercó Julien -sacrificaste tu felicidad ¿Por nosotros?-

-No mamá Julien, la felicidad solo llegara si arreglo las cosas como debe de ser-

-Es tan lindo… que al igual que hizo tu madre Skipper, abandonaras a tu hijo y al padre de este a su suerte-

-CALLATE!!- Iván hizo a un lado a Julien y le arrebato una lanza a uno de los soldados y se encaró a Hans –NO TIENES DERECHO A HABLAR DE ESO!- y sin dudarlo se abalanzo a atacar al frailecillo.

Por fin había logrado su propósito, él también tomo un arma y comenzó a pelear con el joven pingüino. Que mejor que matar a tu enemigo en una batalla cuerpo a cuerpo.

No le gustaba pelear, pero no permitiría que ese pájaro hablara de lo sucedido de esa forma. ¿Quién era él para juzgar a su madre? ¿Quién era él para juzgar la decisión que tuvo que hacer al dejar a su pequeño y a su amado Espiráculo?

-Hahahahaha no cabe duda que tus padres te entrenaron muy bien Iván, pero yo saldré vencedor al final!- y un fuerte ataque, rompió la lanza del joven pingüino y de una patada lo arrojo al suelo.

Con pasos lentos se acercó y antes de que Iván pudiera ponerse de pie, lo pateo y puso su pata sobre el pecho del pingüino y lo amenazó con la punta de su lanza. Pero Iván le sostuvo la mirada retadora.

-Perdiste Iván, ahora te matare y después matare a tu estúpido hermano y a su infeliz madre. Para antes de que la noche termine, seré amo y señor de todo esto y como brindis para mi triunfo- le dijo con una terrible mirada –Iré al pasado y matare a tu amado junto a tu hijo hahahahahahaha-

-Yo no lo permitiré- Escucho la voz de Andry a su espalda pero antes de que pudiera reaccionar, el pingu-lemur clavo una daga en la espalda de Hans que le atravesó hasta el pecho. No se dio cuenta cuando el joven se liberó y se acercó para atacarlo de esa forma.

Iván se alejó rápidamente antes de que Hans cayera sobre él, ahora el frailecillo estaba en un charco de sangre observando a Andry que solo lo miraba fríamente.

-Po… ¿Por qué lo hiciste Andry?- se arrastró hasta los pies del Pingu-Lemur –Yo… que hice todo por…

-Lo hiciste por ti Hans… Por tu maldita venganza- y no me iba a quedar ahí mientras veía que dañabas a mi familia!-

En ese momento Rico, Cabo y Maurice llegaban con sus soldados, pero se detuvieron al ver la escena, impactados.

-¿Crees que ellos te perdonaran lo que hiciste?...- Dijo Hans mientras escupía sangre y señalaba a los Pingüinos –Ellos nunca te aceptaran, No perteneces ni a los lémures ni a los pingüinos…-

-Eso no es verdad- Dijo Iván mientras se ponía a un lado de su hermano –Él es mi hermano, ambos tenemos sangre de Skipper… no necesita pertenecer a ningún lado más que a nuestra familia- puso la aleta en el hombro de Andry

-Gracias Iván- le dijo Andry

-Y tu Hans… es una pena que esto terminara así- Iván se agacho para quedar a la altura del frailecillo sin importarle llenarse de sangre –Mi madre me conto lo vivido en Dinamarca y te tenía un gran aprecio, pero tu mataste todo sentimiento bueno hacia ti…- toco el rostro del ave con su aleta –Me das mucha lastima… adiós Hans…-

El Frailecillo no pudo evitar llorar, porque mientras moría y escuchaba esas palabras de Iván, la última visión que tuvo fue la de Skipper alejándose de él a lado de Kowalski.

-S… Skipper…- Dijo el frailecillo con su último aliento.

Los demás se acercaron lentamente, mientras Andry ayudaba a su madre a ponerse de pie.

-Iván…- Llego Cabo llego a su lado

-Todo termino Tío… ya no tenemos más enemigos…- le dijo sin quitar la vista del cuerpo de Hans.

-No es verdad- Andry interrumpió –Yo hice cosas terribles en su contra, si ustedes piensan que merezco un castigo. Estoy dispuesto a enfrentarlo- dijo Andry mientras abrazaba a Julien –Pero por favor, solo pido que a mi madre no le pase nada-

-Andry, no…- Julien trataba de detener a su hijo

-Andry- Cabo hablo por todos los presentes –Es cierto que tus crímenes son muy altos. Por esta guerra no solo murieron lémures, también pingüinos… y todos tenían familias-

-Tío…- Iván iba a interrumpir pero Rico lo detuvo, indicándole que dejara terminar a su esposo.

-Pero...- se acercó al pingu-lemur y le sonrió –Eres hijo de Skipper y creo que todos, incluido tu has aprendido, sufrido… y perdonado.-

-Yo solo- hablo Andry tímidamente –Quiero hacer las cosas bien, buscar el perdón y ayudar a los demás. Me equivoque de gran manera y sé que no puedo devolverles a sus seres queridos como tampoco puedo hacer que mi padre vuelva, pero podemos hacer un nuevo futuro juntos y quiero vivir con mi madre y mi hermano como una familia. Como mi padre Skipper lo quería-

-Entonces hazlo Andry- Dijo Cabo mientras abrazaba al Pingu-lemur y todos festejaban el final de esa terrible guerra.

-Puedes perdonarme después de todo esto Iván?- le pregunto el Rey con lágrimas en sus ojos mientras se acercaba al pingüino –Yo fui el principal responsable de todo esto-

Iván miro los ojos tangerina de Julien, se veían brillantes y llenos de arrepentimiento. Sabia reconocer cuando alguien decía la verdad con el corazón en la mano –Claro que si- respondió sonriente –Yo te perdono mamá Julien…-

-Iván!- Andry se aproximó junto con Cabo, Rico y Maurice –¿Estarás bien?... lo digo  por tu hijo y tu esposo-

-HIJO!- se sorprendieron Cabo, Rico y Maurice

Iván suspiro pesadamente –Sé que mi hijo estará bien, Espiráculo será un padre estupendo-

-ESPIRACULO!-

-Si tíos- trato de explicarles a grandes rasgos –Les informo mis generales que durante mi viaje sucedieron muchas cosas, buenas y malas. Pero puedo decir que fue una misión exitosa. Mi hermano Andry nacerá pronto en el pasado, Kowalski está vivo y llego a un acuerdo con Julien para vivir en familia con Skipper. Hans ha sido arrestado y puesto en custodia y…- Su voz comenzó a quebrarse -Tuve un romance con el delfín más maravilloso y procreamos un hijo… que tuve que dejar porque no podía traerlo conmigo, porque cabe la posibilidad de que yo deje de existir- sin poder aguantarlo, comenzó a llorar.

Andry se acercó y abrazo a Iván fuertemente, ahora veía lo mucho que su pequeño hermano había sufrido desde antes de nacer, el abandono, el desprecio, estar solo… ya ahora el regresar y abandonar su nueva felicidad.

-Hermano, no sé si algún día puedas perdonarme todo lo que te arrebate- le dijo suavemente mientras calmaba el llanto del pingüino –Pero tengo fe en los espíritus del cielo y sé que las personas buenas como tú siempre reciben su recompensa. Gracias por amar tanto a tu familia.-

Iván se aferró con fuerza a su hermano y después fue Julien quien se unió al abrazo. Aun su futuro era incierto, aun no sabían cómo cambiarían las cosas de ahora en adelante después de cambiar todo en el pasado. Pero con todo su corazón deseaban que Iván no dejara de existir.

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El ambiente estaba alterado, todos en el Zoológico esperaban ansiosos la noticia del veterinario, Julien había comenzado su trabajo de parto muy temprano en la mañana y Skipper no paraba de dar vueltas por el lugar.

-Calma Skipper, ya verás que todo estará bien- Kowalski trataba de calmarlo

-lo se amor, es solo… no puedo evitar estar nervioso-

-Nervios de Padre, muy normal- Kowalski tomo la aleta de Skipper y la acaricio suavemente. Skipper de inmediato miro al científico y vio un leve destello de tristeza en la mirada.

-Ya verás que pronto tu sentirás estos nervios, solo…- Skipper tomo el rostro del científico y le dio un pequeño beso –debemos seguirlo intentando-

-¿Y si no podemos nunca Skipper?- le dijo en tono preocupado –¿Y si el daño que te cause fue irreversible y no podemos tener hijos?-

-Yo confío en mi cuerpo y sé que pronto terminare esperando un pequeño huevo dentro de mí, solo tengamos paciencia-

-Chicos!!!- Doris llego muy agitada -¿Cómo está todo? ¿Ya nació el pequeño?-

-Aun no sale el veterinario- respondió Kowalski

-Oh Dios! Y yo que también lo necesito!

-¿Por qué? ¿Qué sucede?- pregunto preocupado el capitán

-El huevo, se está rompiendo! Ya está naciendo!- dijo feliz –Espiráculo esta con él, pero queremos que el veterinario revisara al pequeño-

-Santos camarones!! El mismo día?!- de nuevo Skipper se empezó a impacientar

-Tranquilo Skipper, tu quédate con Julien yo iré a ver a nuestro nieto-

-Tráeme buenas noticias amor!-

Doris y Kowalski se fueron rápidamente rumbo al acuario donde Espiráculo cargaba el pequeño huevo de forma nerviosa.

-Doris!! Kowalski!! Vi su pequeño pico!! Ya está tratando de salir!-

Kowalski se asomó y efectivamente, el pequeño rompía el huevo poco a poco –Perfecto! Sin duda viene muy saludable!-

-Debo ayudarlo?- pregunto el delfín algo preocupado e impaciente

-No, el polluelo debe romper por si solo el huevo, no te preocupes, estará bien- trato de calmarlo Kowalski

Los tres estaban sumamente atentos, en ese momento el pequeño hizo un movimiento más fuerte y el huevo se rompió por completo. En ese momento quedaron enternecidos al ver una pequeña bolita plateada, no tenía las plumas del color gris azulado que se conocía de los pingüinos bebes. Lo cual dejaba ver su herencia delfín. Y en ese momento los miro con unos bellos ojos color aguamarina quien de inmediato les sonrió de manera muy dulce.

-Espi… es bellísimo!- dijo Doris sin dejar de ver al pequeño y dándole un pequeño abrazo al delfín que no podía dejar de ver a su pequeño hijo.

-Yo diría Bellísima- corrigió Kowalski al tomarla con cuidado para examinarla –es una linda niña muy saludable-

-Es… una niña?- pregunto Espiráculo emocionado-Eres preciosa amor!- la tomo nuevamente y la acerco a su rostro –Eres muy parecida a tu mami-

La pequeña rio y abraso el rostro de su padre –Iván, esta tan linda, ojala pudieras verla- se decía en voz baja mientras las lágrimas hacían su aparición, pero aunque su amado no estuviera ahí, sabía que tenía que ser fuerte.

-Espi- Doris interrumpió –¿Has pensado un nombre para ella?

-Bueno, la verdad si- respondió de forma sincera y miro a Kowalski con una sonrisa –Bueno sé que tú escogiste el nombre de Iván en el futuro y pues, quisiera seguir con los orígenes de tu apellido- Miro a la pequeñita y vio como sus ojos reflejaban las estrellas del cielo –Me gustaría ponerle Svetlana, ya que ella será mi estrella de esperanza por Iván-

Kowalski se sintió orgulloso, definitivamente aunque su hijo aun no nacía, el simple hecho de que esta pequeña estuviera con ellos. Era una gran esperanza para sangre. Se acercó a la pequeña y tomo una de sus aletitas.

-Hola pequeña Lana, soy tu abuelito y no tienes idea de lo feliz que nos hace que estés con nosotros-

Doris miraba enternecida la escena. Ahí estaban dos de sus amigos, que aunque ciertamente su destino no era estar juntos, estaban predestinados a pertenecer a la misma familia al igual que al mismo sufrimiento. Uno sufría la incertidumbre de la vida y el otro el miedo al tiempo. Pero sin duda ahora la pequeña Lana, les daría a ambos una esperanza y un motivo para seguir adelante.

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Se sentía tremendamente cansado, pero estar sosteniendo a su bebe el cual ahora estaba dormido había valido la pena.

-Eres tan lindo y pequeñito- le dijo mientras lo acurrucaba en su pecho

-Tienes razón amor- Escucho la voz de Skipper a su espalda –es hermoso

-Skippy!- lo saludo mientras el pingüino se acercaba a darle un beso –Miralo! Es TAN Bello! Y se parece mucho a mí!-

Skipper fijo su vista en el pequeño bultito que Julien cargaba y ahí estaba su pequeño hijo, un lémur de cola anillada como su madre pero con un pelaje blanco y negro que hacia visible su herencia pingüina. Pero cuando el pequeño abrió sus enormes ojos, definitivamente había adquirido los hermosos ojos tangerina de su madre.

-Es un niño! Tal y como Iván lo dijo!- sonrió, pero vio en su Skipper una mirada de angustia –Te aseguro que lo educare bien amor, Andry será el más adorable heredero al trono y más ahora que tiene 2 papis pingüinos maravillosos y cuando nazca su hermanito se llevaran muy bien!-

-No dudo de eso amor, pero… y que tal si Iván nunca nace?-

Julien ahora veía lo que a su esposo le preocupaba, ya había pasado algo de tiempo y aunque al inicio fue difícil el ver a Skipper con Kowalski, ahora le parecía de lo más natural. Además de que ahora que conocía mejor al científico se dio cuenta que definitivamente ahora él tampoco podía vivir sin ese pingüino loco y sus explosiones.

-Skipper, todo tiene que ser a su tiempo. No tengo dudas de que Iván nacerá. Y seremos una gran familia! Míranos! Era imposible que YO siendo un macho me quedara preñado  y mira! Aquí esta nuestro bello hijo!-

Skipper le sonrió al lémur, ciertamente ahora estaban presenciando lo que los humanos llamaban un “milagro”. Solo tenía que confiar en que todo saldría bien entre Kowalski y él. Y pronto verían a un lindo pingüino con los bellos ojos de Kowalski correr por todo el cuartel jugando con su hermano mayor.

-Además, creo que no somos los únicos que estamos esperando a Iván, ¿Cierto?- le dijo mientras señalaba como los demás entraban a la habitación seguidos de Espiráculo quien venía cargando entre sus aletas a una linda criaturita.

-Tienes razón amor- Le dijo mientras con cuidado tomaba a su hijo entre sus aletas, lo abrasaba a su pecho y se iba acercando a los demás para darles la bienvenida y presentar a su primogénito–ahora hay toda una Gran familia que lo está esperando con ansias-

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Después de la caída de Hans, el reino de Madagascar hizo un tratado de Paz con los pingüinos y poco a poco estaban reconstruyendo el lugar que después de aquella batalla había quedado en ruinas. Los lémures coronaron de nuevo a Julien como su Rey jurando proteger a su raza y gobernar en coexistencia pacifica con los pingüinos, para Andry las cosas fueron un poco más duras. Si bien no enfrento un juicio por sus crímenes, se le había hecho jurar que jamás dejaría Madagascar, igualmente de que jamás podría heredar el trono de su madre si el pueblo no lo veía digno de ocupar ese lugar.

Para Iván, la situación no fue menos difícil. Decidió quedarse a vivir en Madagascar a lado de su familia. Pero su viaje en el tiempo/espacio había empezado a causar estragos en su cuerpo. Haciéndolo más débil. Lo cual no era un signo favorable para su existencia.

-¿Iván? ¿Estás aquí?- Andry entro a la habitación de su hermano pero vio que estaba vacía –no me gusta cuando desparece de esa forma- comenzó a molestarse –Me preocupa perderlo de vista!-

-Me buscabas?- brinco del susto al escuchar la voz de su hermano detrás de él.

-No hagas eso!!! Acaso me quieres matar de un infarto?!-

-Lo lamento hermano, no era mi intención. Estaba en el laboratorio-

-Sabes que no debes hacer mucho esfuerzo, mamá te lo tiene prohibido-

-Si pero si solo me quedo en mi cuarto me volveré loco!- le dijo un poco frustrado mientras se dirigía a la ventana para ver el atardecer, se sentía triste y solo. Había intentado distraer su  mente inventando algunas cosas. Pero ni para eso tenía ánimos. Extrañaba a su familia y sabía perfectamente que si su cuerpo seguía debilitándose, solo significaba que su existencia estaba más en peligro a cada minuto.

Andry miro a su hermano consternado, sabía exactamente lo que pasaba por la mente de su hermano y lo entristecía. Se sentía tremendamente culpable de lo que le pasaba. Y ahora que su hermano y su madre era lo único que le quedaba en la vida, tenía miedo de perder a otro miembro más de su familia. Lentamente se acercó al pingüino y se puso a lado de él mirando también el atardecer que contemplaba su pequeño hermano.

-Sabes, ya ha pasado un año desde que volví del pasado- dijo sin apartar la vista del paisaje –Me pregunto ¿si mi hijo y su padre están bien?-

-Iván…

-Sabes, cada día que pasa sé que para mí es un tiempo extra. Pero me da gusto pensar que las cosas entre nosotros cambiaron, y que mi familia ahora está muy bien-

-No digas eso Iván, tú estarás siempre con nosotros. No hables como si te estuvieras despidiendo- Andry puso una de sus manos en la cabeza de su hermano –Ya verás que las cosas cambiaran y pronto la relación que hay entre tiempo/espacio se arreglara rápido y pronto veras a tu esposo y a tu hijo- Andry miro a su hermano y lo jalo para abrazarlo fuertemente –veremos de nuevo a Papá y a Kowalski- no pudo evitar llorar, sabía que Iván se estaba despidiendo, pero no quería admitirlo.

-Sé que todo se arreglara- sonrió y le devolvió el abrazo a su hermano –Mi tiempo aquí se concluyó Andry, pero si tú puedes ser feliz y nuestra familia también… todo lo que hice valió la pena- También comenzó a llorar.

Andry se separó un poco de su hermano y quedo en shock cuando vio y sintió como Iván estaba desapareciendo en sus brazos.

-NO! No puedes dejarme solo hermano!- comenzó a gritarle alterado –¿Que voy a hacer sin ti? ¿Qué haremos todos sin ti?!

-Serás un buen gobernante hermano y tendrás una hermosa vida- acaricio con sus últimas fuerzas el rostro del pingu-lemur –Se feliz Andry y dile a mi hijo que lo ame desde el momento en que me entere de su bella existencia. Y a Espiráculo… dile que lo ame mucho y que por eso deseo con todo mi corazón que encuentre la felicidad-

Y sin poder decir más Iván desapareció en los brazos de su hermano. Andry solo pudo llorar desconsolado. No quería perder de esa manera a su hermano y menos sabiendo que el gran culpable de eso había sido él.

Lentamente levanto la mirada al cielo donde ahora se asomaban las primeras estrellas de la noche. E imploro a los Espíritus que el alma de su hermano regresara y encontrara la felicidad que le había sido robada desde antes de nacer.

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La rutina lo absorbía constantemente, le gustaba meterse al laboratorio y perderse en sus nuevos proyectos. Eso le ayudaba mucho a que el dolor de su corazón no lo molestara en ese tiempo.

-Papi, ¿Puedo entrar?- Escucho una dulce voz que lo llamaba desde la puerta

-Entra- respondió sin despegar la mirada de los circuitos que estaba conectando  

En eso una linda pingüinita plateada que lucia con orgullo un lindo relicario dorado y con enormes y bellos ojos aguamarina, lo vio de forma preocupada, mientras sostenía una bandeja con comida y se acercaba al delfín.

-Te estoy hablando para que vayas a comer desde hace media hora- le dijo mientras ponía las cosas a lado de su padre y acercaba un banquito para quedar a su altura y obligarlo a que la mirara. –Sabes que no me gusta que te quedes sin comer, no es bueno para tu salud!- le reclamo alarmada –Mami no me va a perdonar jamás si te enfermas-

El delfín no pudo evitar sonreírle a la pequeña, adoraba a su hija Lana, que a pesar de que aún era una niña demostraba una madurez increíble. Definitivamente era idéntica a……

-Lo lamento cariño- se disculpó mientras tomaba los bocados que su hija le había preparado –solo quería….-

-Lo se papi, “querías distraerte”- le respondió sonriente mientras veía a su padre comer.

En ese momento de tranquilidad entre padre e hija, escucharon como alguien se acercaba corriendo y abría la puerta sin siquiera llamar. En eso un agitado Pingu-lemur de brillante pelaje blanco y negro entraba al lugar con mirada algo molesta.

-Hasta que los encuentro!!- Grito jadeante

-¿Que sucede Andry?- Pregunto Lana

-¿Qué, que pasa? Sucede que llego la hora!!-

-¿QUE?!!- Gritaron al unísono Espiráculo y Lana

-Rápido corran!! Papá Kowi nos está esperando!-

Espiráculo no perdió tiempo y subió a su vehículo rápidamente junto con Lana y Andry, así llegarían más rápido al cuartel. No es que estuviera muy lejos gracias a los túneles que habían construido para que los hábitats quedaran conectados y así ampliar la casa de una manera sorprendente. Cuando llegaron Julien los estaba esperando.

-Qué bueno que llegan! Vengan están en el cuarto-

Todos se dirigieron a la habitación principal donde estaba Kowalski, con un huevo entre sus patas el cual se estaba moviendo de forma muy brusca y a lado de él Skipper estaba que no perdía detalle.

-Abuelito!- saludo Lana al capitán –Acaso…

-Si linda, por fin está rompiendo el cascaron-

-De... debo ayudarlo?- pregunto Kowalski sumamente nervioso mientras veía como el pequeño rompía el huevo con su pico

- “No, el polluelo debe romper por si solo el huevo, no te preocupes, estará bien”- Le respondió Espiráculo aquellas palabras que tiempo atrás el científico le había dicho cuando Lana nació para calmarlo.

Kowalski sonrió al delfín aunque seguía nervioso, pero en ese momento, el polluelo rompió por completo el huevo, y claramente podían ver la carita pequeña de alguien que ya conocían.

-Ven aquí cosita hermosa- Skipper cargo al pequeño quitándole algunos trozos del huevo que tenía en su cabecita –Mira Kowalski! Aquí esta nuestro pequeño soldado!- le dijo con alegría al ver como el polluelo hacia ruiditos de emoción.

-Por fin!!- Dijo Andry sentándose en una silla cercana –Hasta que se dio el Gran suceso- dijo mientras reía un poco y su madre lo reprendía con cariño.

Ambos pingüinos se miraron y sonrieron en aprobación, Skipper se aproximó a Espiráculo y a Lana que veían expectantes y le tendió al pequeño para que lo tomara entre sus aletas.

-Creo que alguien quiere decirles “Hola”- les dijo suavemente Skipper.

Espiráculo con miedo a dañarlo lo tomo de forma lenta y lo aproximo a su pecho, El pequeño veía sonriente al delfín y después poso su mirada en la pequeña pingu-delfin que la veía de forma soñadora y le hiso ruiditos de alegría. Por fin la espera se había terminado, pero aunque aún faltaba más por delante, estarían juntos para enfrentarlo.

-Bienvenido a casa… Iván- Dijo Espiráculo mientras abrazaba al pequeño con cuidado y este reía alegremente.

-Si mami… bienvenido- Lana se acercó y se unió a ese abrazo especial.

Sin duda su familia era “muy particular”. Pero la amaba, porque sabía lo mucho que todos habían sufrido y en particular su madre que se había esforzado y sacrificado por verlos felices y darles a todos un futuro mejor. Y ¿Como es que lo sabia? Porque su madre le habia dejado un regalo antes de partir que era uno de sus más grandes tesoros... su bitácora



FIN... o no?