Avance Capitulo ESPECIAL

El pingüino de la cicatriz no pudo evitar sonreir levemente mientras acobijaba a su esposo para que este siguiera en los brazos de Morfeo. Lentamente salio del bunquer para simplemente sentir el fresco de la noche en sus plumas y sentarse a la orilla del estanque para observar las estrellas y las nuves caprichosas que de vez en cuando tapaban la luz de la gran luna llena. El clima era agradable pero estando en Nueva York siempre estaba ese viento frio.

-Que haces despierto a estas horas Papá?- la voz juvenil de su pequeño Rafael que también salia del bunquer le sobresalto un poco. Pero solo atino a sonreírle y hacerle una señal de que lo acompañara un rato a ver las estrellas. Rafa no dudo ni un segundo en sentarse a lado de su alto padre que de nuevo tenia esa mirada de nostalgia que solo él conocia. -Papá, de nuevo un mal sueño?- inquirio el joven mientras veia como su padre negaba con la cabeza. -Entonces que sucede?- sin duda queria saber.

-Ad... bagrr ag- Rico comenzó a balbucear como siempre se comunicaba pero vio como su hijo le miraba con seño fruncido muy similar a su madre cuando no estaba de acuerdo con algo. -Está bien que hagas eso con mamá... pero no conmigo- le dio una palmaditas a su padre en la espalda -Yo se perfectamente que puedes hablar o me vas a romper la promesa que me hiciste de niño? Que solo conmigo hablarías?- El pingüino mayo sonrio apenado y despues miro la luna nuevamente, mientras se daba valor de aclarar su mente como pocas veces lo hacia... como casi nunca... solo desde que Rafael habia nacido.

-Perdón Rafael- le dijo tan claro y perfectamente articulado, con una voz grave y profunda que pocos conocían y otros creía olvidada -Es solo la costumbre...- sonrió melancólico -Solo tu mi pequeño pichón, solo contigo- le dijo nuevamente como años atrás le había reafirmado siendo Rafa apenas un bebe.

Recargándose en sus aletas para mirar mejor el cielo el joven de plumas alborotadas como las de su padre, miraba como si buscara algo pero era a su padre al que quería seguir escuchando. -Aun la vez en tu mente?- miro de reojo a su padre quien solo suspiro

-A veces vuelve solo para regañarme- Rico acaricio su cicatriz -Y cuando hace eso duele como si nunca me hubiera sanado.- Miro a Rafael -Ella dice que hice un buen trabajo contigo, que es momento de dejarla ir- dejo de tocar su cicatriz y miro al joven pingüino -Quiza tenga razón pero aun siento culpa de que ella no este... en este mundo- bajo la mirada para ver como el viento movía suavemente el agua del estanque, y no pudo evitar ver a aquella ave a su lado, esa linda Quetzal que le miraba triste, que le miraba con un perdón enorme en sus ojos. Sin poderlo evitar miro a su lado aunque sabia que no la podría ver porque ella no estaba ahi... al menos no físicamente.

Rafael miraba con amor a su padre, queria darle ese animo y comprensión que necesitaba aun su afligido y roto corazón el cual sabia tenía una enorme cicatriz como la que adornaba en su pico. -Sabes bien que ella jamas te culparía, hiciste lo posible por salvarla- puso su aleta en el hombro de su padre -Ella querría que fueras feliz por completo con mamá y conmigo- sonrio

Estaba de más que su hijo tenia razón, no es que no fuera feliz, amaba a Cabo y a su hijo y lo menos que quería es que ellos supieran por completo la verdad de su pasado.... Pero quiza era el momento de que ellos... supieran.

-Rafael- Rico le hablo de forma seria -Te contare por completo lo que me paso en aquella terrible mision en Guatemala hace ya tiempo atras- miro directo a los ojos de su hijo quien le miraba atónito -Te contare todo y hablare como quiza nunca lo he hecho desde entonces... solo te pido una cosa...

-Qu... que padre?-

En eso la luz de la luna surgio de entre las nubes oscuras haciendo que la mirada de Rico brillara de una forma algo atemorizante. -Prométeme que a pesar de lo que te cuente... no me temerás...

-Porque habría de temerte?- Rico solo se alejo y de nuevo miro la luna -Hice algo terrible... castigue a quienes lo merecían de una forma tan horrible que por un tiempo perdí toda mi cordura y me hundí en una terrible oscuridad.-

Y con esas palabras Rafa trago saliva, cerró los ojos para digerir bien aquello y de forma seria respondió -Te lo juro, porque pase lo que pase, cuentes lo que me cuentes... eres mi padre-

Con un último suspiro, Rico comenzó a relatarle lo que había pasado en Guatemala... -Esto es una historia muy larga y complicada pero... se que Rafaela... estará feliz de que sepas toda la verdad- miro de nuevo el reflejo en el agua, solo para ver como aquella Quetzal por fin le sonreía.

Rafaela?! Pensó sorprendido el joven pingüino... conque de ahí venia.

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No dire nada mas....
Volvi a las andadas
Gracias a todos por seguir aqui conmigo

Y tambien Gracias a todos los que me desearon feliz cumpleaños este año